¿Y si tu herida fuera tu mayor regalo?

Articulo_6_Blog_web_formato_1920x1080px

¿Y si tu herida fuera tu mayor regalo?

👉 Este artículo no es para entender lo que viviste. Es para empezar a usarlo como fuego sagrado. Como motor. Como sentido.

La herida como punto de partida

Hay un momento en el que dejas de preguntar:
«¿Por qué me pasó esto?»
Y empiezas a preguntarte:
«¿Para qué?»

Ese momento no llega el primer día.
Ni siquiera el primer año.
Llega cuando ya lloraste, gritaste, te rendiste y volviste.
Y entonces, algo cambia:
tu dolor deja de ser enemigo, y se convierte en maestro.

Tu historia no es debilidad. Es tu credencial.

Viví operaciones a corazón abierto, diagnósticos que no esperaba,
me enfrenté al miedo, a la muerte, a la soledad y a la incomprensión.

Y durante mucho tiempo pensé que mi historia me restaba valor.
Que estaba “tocado”, “limitado”, “no apto”.

Hasta que entendí que todo eso no me había destruido.
Me había construido.

La vida te rompió… pero también te está reconstruyendo.

Esa experiencia que tuviste, eso que “te pasó”…
quizás está esperando convertirse en algo más:
en un mensaje, en una misión, en una forma de acompañar a otros.

No todos sobrevivimos para volver a la vida anterior.
Algunos lo hacemos para crear una vida nueva, con propósito.

🛠️ Si quieres empezar a transformar tu historia

  1. Escribe todo lo que viviste. Sin filtro. Solo para ti.
  2. Busca a alguien a quien le serviría leer eso. Imagínatelo.
  3. Haz algo con ese dolor: habla, crea, cuida, comparte.
  4. Deja de esconder lo que sufriste. Muéstralo con dignidad.
  5. Haz de tu historia un lugar habitable. No un campo de batalla.

¿Quieres que hablemos?

Hay formas sencillas de dar el primer paso
Si estás leyendo esto, tal vez ya estás en ese punto. El punto donde tu herida quiere tener un propósito. Y no sabes por dónde empezar. Estoy aquí para escucharte. Porque yo también estuve ahí. Y nadie debería transitar eso solo.

¿Cómo prefieres que conectemos ?